Soy un ser vivo y como tal tengo la
vida de mi lado.
Esta me acompaña por donde voy, en
cada lugar la veo.
En muchas ocasiones se me esconde,
juega conmigo, pero la encuentro.
Cuando me enfado me pierdo, intento no
dar con ella, pero no hay caso, termina apareciendo y me
convence.
Un día me levanto y no la encuentro,
me pongo nervioso, la angustia hace acto de presencia y mi
corazón llora.
Cuando miro hacia abajo la veo, me mira
con ojos tristes, llorando. Cada vez se aleja. Me alejo.
En ese momento me di cuenta que todo
tiene un fin, que no aproveche el tiempo que la vida me brindaba, y
que ahora tendré que esperar a que regrese.
Andrés Gugliucci Sena
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